En nuestra primera campaña en Pusharo, en el 2001, en primer lugar emprendimos una limpieza delicada de esta segunda pared, en colaboración con Emilio, el guarda parque del SERNANP.
Sector II : Uno de nuestros compañeros, el SOT 1 POP Hermogenes Figueroa Lucana, mide esta formación cóncava de forma ovala, situada a la extrema derecha de la pared grabada. (Foto: Thierry Jamin, agosto de 2006)
La roca es de la misma naturaleza que la pared de los Sectores I-A e I-B: arenisca. Pertenece por otro lado a la misma formación geológica. Pero el conjunto no ha sido preparado con el mismo cuidado. La capa trabajada por los autores de los petroglifos es en efecto claramente más deleznable que la del primer sitio.
El conjunto aparece no obstante en relativamente buen estado, a pesar de la invasión de los musgos y líquenes. Es de otro lado más que probable que una parte importante de las figuras grabadas permanece oculta bajo tierra. De una y otra parte, la superficie bruta, especialmente friable e invadida de musgos y plantas bajas, da una idea de su aspecto original.
La única representación humana del Sector II. El rostro parece poseer una barba y la parte alta de la cabeza lleva un turbante que recuerda la maskapaicha de los Incas. Además, el detalle de esta figura muestra bien la forma triangular de los grabados de este sector. (Foto: Thierry Jamin, agosto de 2006)
El perfil general de los grabados es triangular o con forma de "V", con los bordes más finos y más estrechos que en la pared principal. Son incisiones profundas o superficiales de trazados generalmente rectilíneos, cortos o largos, verticales, horizontales u oblicuos.
La técnica de percusión de los glifos de esta pared fue sin ninguna duda la misma que la que se empleó para realizar los del anterior. A saber la utilización de una herramienta cortante, de metal o de piedra, para grabar los motivos, y de una herramienta de maza para efectuar las percusiones. Algunas figuras cóncavas y lisas, en cuanto a ellas, habrán sido hechas por medio de técnicas de abrasión practicadas a partir de cantos rodados -no faltan allí!- y de arena.
De forma general, estos glifos se caracterizan por su estilo eminentemente geométrico y abstracto. Aparte de dos o tres excepciones, el estilo figurativo está prácticamente ausente de los temas mencionados en la roca. Se trata de un sol, rodeado con rayos a veces oblicuos, de figuras en estrellas, constituidas de tres o cuatro trazos simples, y de una cara humana – la única conocida en el sitio!-, que lleva en la frente una cinta, puede ser la maskapaicha. Casi ninguna otra representación antropomórfica o zoomorfa es diferentemente visible, si no es un búho.
Dos ejemplos de « cartuchos » dentro de los cuales unas secuencias de signos abstractos recuerdan sorprendentemente los elementos de una antigua escritura. (Fotos: Thierry Jamin, agosto de 2006)
Aquí, las figuras más sorprendentes son secuencias de "signos abstractos", que hacen pensar, hasta el punto de confundirse, en los cartuchos del antiguo Egipto en cuyo interior se dibujaban los jeroglíficos. Algunos de estos signos recuerdan motivos geométricos visibles sobre cerámicas y tejidos de la época inca. Se censan decenas de líneas simples o quebradas, horizontales o verticales, cruces, formas en "X" o en "Y", grabadas en un desorden aparente. Pero a diferencia de la primera pared, ningún signo parece no obstante superponerse